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Punto de quiebre

Que injusta es la vida...

Ciertamente hay mucho de error en aquello de "trata a los demás de la manera como quisieras que los demás te traten...", no siempre la gente se da cuenta que estas dando todo de ti, total respaldo y aceptación de los errores de los demás... que cuando las cosas van a la inversa y soy yo el que se equivoca, no actuan de la misma manera, pues me condenan, desenvainan la espada, o simplemente me crucifican.
Curiosamente, hace algun tiempo mi esposa reventó en cólera (a causa del famoso estrés, supongo yo), que aprovecho de una metida de pata (léase travesura de niños), para castigar severamente a mi pequeña hija de apenas 5 años y torturarla a mas no poder amenazádola con destruir sus juguetes, y en fin... todo lo que puede pasar por una cabeza furibunda. Para esto, trate en todo momento de mantener la serenidad de momento, calmar a la criatura sin restarle autoridad a su madre (no interviniendo ni suprimiendole el castigo impuesto para no crear confusiones en la criatura en cuanto a la autoridad sobre ella, respecto a quien tiene la razón, como recomendaron hartas veces los psicologos que eventualmente nos aconsejan). Llego la noche y teniamos que salir a oir misa (como todos los domingos) y obviamente mi mujer no queria salir, encerrada en sus trece, como un caparicho de una adolescente, por lo que opte por salir con mis hijos y sin ella.
Es imposible describir la felicidad que senti cuando al terminar la misa y estabamos saliendo la vi sentada en un banco en la última fila del templo... mi hija corrio a abrazarla y no pude evitar esbozar una sonrisa en mi rostro... simplemente comprendí que habia aceptado su error y su tácita excusa por el incidente. Nunca le recproché nada, ni un reclamo por el mal rato pasado, ni una llamada de atención... NADA, solamente acepté, comprendí y por que no decirlo implícitamente perdoné.
Exactamente una semana después, la torta se voltea... el del mal humor era yo, estabamos en un restaurante y a mi hijo le dan ganas de ir al baño... me molesto el tener que levantarme de la mesa y por querer apresurarlo el golpe que le di termino siendo mas fuerte de lo que hubiera querido que sea... consecuencia: un llanto de dolor tan desgarrante que creo se enteró toda la calle y una cara larguísima de mi esposa y un hielo total en el trato hacia mi por "haberle pegado por gusto a su consentido"... no me hablo cerca de quince dias, trato de enemistarme con medio mundo diciéndoles lo mal padre que soy, le empezó a meter ideas en la cabeza de la criaturita de que nos ibamos a divorciar y le iba a buscar un padre mejor, que mi hijo me conto cuando le converse para explicarle la situación y que entienda que su padre es humano, que tambien se equivoca y que el no tenia la culpa de mi mal humor.
Nadie en este planeta seria capaz de entender lo que senti en aquel instante, al margen de que me porte bien o mal con mi hijo en aquel incidente en el restaurante y que si merecia o no que me tratara asi mi mujer por lo que hice... el dolor fue por su actitud, el no sentirme correspondido en el amor que le tenía y no recibir la misma comprensión que le tuve yo a ella cuando ella cometio un error. De verdad duele no sentirse correspondido. No se si espero demasiado de la gente, no se si estare haciendo un mundo de un detalle que para otros de repente no vale la pena, no se si esta mal que espere que los demás sean como yo...pero lo que si se, es que es muy grande el dolor cuando uno siente que no es correspondido.

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