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Punto de quiebre

Salvemos Macchu Picchu

Es una pena tener que leer editoriales como esta que apareció en un boletín que recibo mensualmente por mail:

Es casi seguro que en la próxima reunión de la UNESCO Machu Picchu sea declarado como patrimonio en riesgo. Por lo pronto está en la lista de candidatos. Si ello se concreta será un baldón para el Perú.

La célebre ciudadela incaica y su extraordinario entorno conforman el Santuario declarado patrimonio natural y cultural de la humanidad. La adquisición de este título implicaba para el Perú cumplir con un manejo responsable de estos bienes, a partir de un plan sostenible en el tiempo, por un órgano de gestión capaz de ejercer, con propiedad y autoridad, la vigilancia, el control de su aprovechamiento y el goce cultural y turístico.

Nada de esto ha sucedido. Machu Picchu es en la actualidad una especie de botín que se disputan diversos intereses locales, entre los cuales se cuentan no solamente los comerciantes del turismo -grandes y pequeños- que no ven más allá de sus pequeñas ganancias inmediatas, sino que también es objeto de miopes controversias y desencuentros entre instancias administrativas que no han entendido lo que significa “patrimonio de la humanidad”.

Al parecer, la municipalidad del distrito Aguas Calientes, el gobierno regional, el Inrena, el INC y alguna otra institución más, que no actúan de consenso, no encuentran ni van a encontrar la manera de enfrentar los graves problemas que afectan ya a Machu Picchu; entre ellos: el caótico crecimiento de Aguas Calientes, en cuyas vías pululan pobladores que acosan a los visitantes; la zigzagueante carretera de acceso a la ciudadela, proclive a deslizamientos y que carece del mantenimiento adecuado; el Camino Inca, descuidado, sin servicios y sobrecargado; la falta de medidas preventivas frente a incendios forestales en el Valle Sagrado y a huaycos que amenazan la propia población, como el que recientemente produjo víctimas y pérdidas; y, lo que es más grave, el debilitamiento de las estructuras incas por filtraciones y por sobrecarga de visitantes.

Es necesario que se entienda que Machu Picchu no es sólo patrimonio de los cusqueños. Es patrimonio de la humanidad al cuidado del Estado peruano; es decir, de todos nosotros. El gobierno, representante actual del Estado, está en el deber ineludible de tomar las disposiciones que conduzcan a corregir y superar la situación actual de nuestro mayor monumento.

Las facultades de Arquitectura, Civiles y Ambientales de la UNI están proponiéndole al Gobierno tres áreas de colaboración: (i) seguimiento y observación geológica, demográfica e hidráulica; (ii) de gestión a través de una Conferencia internacional que legitime una nueva Autoridad para el manejo del santuario; y (iii) proyectos de acondicionamiento territorial, urbano y de infraestructura férrea, vial y sanitaria; con la capacidad y la dedicación de sus miembros para contribuir a su salvación.

Ojala las cosas cambien por el bien de mi pais, soy un convencido que el Perú es más grande que sus problemas...

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